Desarrollado por la empresa Open AI, se trata de un programa que, mediante la tecnología de procesamiento del lenguaje natural (PLN, o NLP por sus siglas en inglés) y a través de algoritmos de machine learning, ha conseguido dar una gigantesca vuelta de tuerca a la manera en la que hasta ahora se venía generando lenguaje de manera artificial.

En caso de que esto os suene a chino, la cosa va más o menos así: a un programa de Inteligencia Artificial se le alimenta con cantidades ingentes de textos públicos existentes en internet. A continuación, le ordenamos (de ahí lo de "previamente entrenado") que estudie del derecho y del revés todos los elementos y atributos de esos textos: letras, palabras, frases, ortografía, gramática… así como el orden entre todas esas piezas. Al final de ese proceso, bastará una orden nuestra para que la máquina comience a hablar de forma autónoma.

A decir verdad, la máquina no entiende las palabras ni lo que está diciendo, pero sabe que el orden en que pone los elementos es el que más probabilidades tiene de producirse. Y no solo eso: también es posible, por ejemplo, darle una primera palabra o una frase y pedirle que escriba… ¡una novela! De la misma forma, también podemos pedirle que construya un diálogo entre dos personajes históricos, textos legales, o cualquier cosa que se nos ocurra… Realmente, parece cosa de magia, pero no lo es. Lo que ocurre es que a las personas de a pie nos cuesta imaginar, primero, cómo manejar volúmenes tan vastos de información y, segundo, las posibilidades creativas y de gestión que todo esto encierra.  Y pensad en la de formas en las que una herramienta como esta nos podría facilitar el trabajo en la administración. Desde la generación automática de textos legales rutinarios a servicios robóticos de atención e información a los usuarios. ¡Nuestro chatbot Jaume podría hacer maravillas!

Si habéis tenido la paciencia de leer hasta aquí, probablemente os estaréis preguntando qué tienen que ver en todo esto los buenos de Harry Potter y Sócrates. Pues bien: resulta que, en dos de las publicaciones que se han hecho virales estos días a raíz del salto exponencial provocado por el GPT-3, se recogen sendas conversaciones ficticias (pero que parecen reales) con uno y otro personaje. Y lo verdaderamente alucinante es que ambas contienen sesudas reflexiones sobre el sentido de la vida, ideas brillantes sobre filosofía e incluso un sentido del humor bastante peculiar. Vamos, como en la vida misma, aunque esto no pueda denominarse propiamente vida… ¿O sí?

En fin, por si os apetece curiosear un poco más en estas locuras de la Inteligencia Artificial, aquí dejamos varios enlaces:

https://openai.com/

https://messagink.com/profile/5f14a97acd582ca0ca39efbf/OpenAI_GPT3

https://www.xataka.com/robotica-e-ia/gpt-3-nuevo-modelo-lenguaje-openai-capaz-programar-disenar-conversar-politica-economia

¡Ah, a propósito!: esta entrada ha sido escrita (todavía) por un ser humano.